¡Mi Historia!
Cedric Grolet a los 11 años ya empuñaba con desenvoltura el batidor de alambre en la mano. Trabajaba en la cocina del hotel de sus abuelos en Andrézieux-Bouthéon, en el Valle del Loira. A los 13, se convirtió oficialmente en un aprendiz de cocina y a los 14, entró en la escuela de confitería. A partir de los 15 comenzó a coleccionar una serie de premios, incluyendo el National Trophy for Sugar Art . También apasionado por el diseño, Cedric tomó clases de arte hasta los 18 años de edad.
Después de graduarse, alrededor de los 21 años, Cedric Grolet fue a trabajar en la renombrada Fauchon, por donde ya pasaron algunos de los grandes chefs confiteros del mundo entero. Trabajador duro y obsesionado por la perfección, el chef Grolet es también un técnico virtuoso y que le gusta superar sus propios límites con sus creaciones originales. Al frente de una brigada de 20 personas, Cédric es responsable de toda la patisserie del hotel Le Meurice (restaurante, sala de té, desayuno, brunch, etc.). Lápiz en la mano, él pasa horas dibujando y ajustando sus dulces.
Sus postres tienen una característica en común, el “trompe l’œil” , técnica artística usada principalmente en pintura y arquitectura donde el artista guía la visión del observador haciéndole imaginar que lo que él ve trata de una imagen real. Las obras parecen tan reales que sólo con una mirada más atenta y demorada se puede percibir que se trata de una pintura. Son limones, avellanas, peras, albarico, aguacates, naranjas, manzanas, reproducidos perfectamente. La piel está hecha de chocolate, el relleno de una mousse de ligereza sorprendente y una mermelada refrescante hecha con las propias frutas.
“Cuando era niño, en vez de comer dulces, comía frutas, es la naturaleza que siempre me inspiró. Algunas frutas son muy buenas si se degustan naturalmente pero aún mejores cuando concentras el sabor. ¡Sólo estoy satisfecho cuando mi postre es mejor que la fruta que lo inspiró! Soy un hombre a quien le gusta la simplicidad y mi trabajo es dictado por las estaciones del año. Su obra maestra, «la avellana», es una gran avellana reconstituida, cubierta con una espuma perfumada con una infusión de avellanas sicilianas asadas, caramelo de mantequilla salada, praliné y una galleta de shortbread.
“Cuando era niño, en vez de comer dulces, comía frutas, es la naturaleza que siempre me inspiró. Algunas frutas son muy buenas si se degustan naturalmente pero aún mejores cuando concentras el sabor. ¡Sólo estoy satisfecho cuando mi postre es mejor que la fruta que lo inspiró! Soy un hombre a quien le gusta la simplicidad y mi trabajo es dictado por las estaciones del año. Su obra maestra, «la avellana», es una gran avellana reconstituida, cubierta con una espuma perfumada con una infusión de avellanas sicilianas asadas, caramelo de mantequilla salada, praliné y una galleta de shortbread.
En los últimos 4 años Cedric Grolet ganó los premios de mayor prestigio de la confitería mundial:
- Mejor Jefe Confitero de Francia del año 2015 por Magazine Le Chef.
- Premio Relais Desserts para el Mejor Confitero de 2016.
- Omnivore 2017 Pastry Award.
- Mejor chef de Patisserie del mundo por “Les Grandes Tables du Monde” 2017.
- Mejor chef de Patisserie 2018 según el guía Gault & Millau. Su primer libro “Fruits”, fue publicado en octubre de 2017 por la editorial Ducasse.